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Dolor pélvico crónico: cómo le alivian los especialistas en dolor

Vivir con dolor pélvico crónico puede hacer que incluso las actividades cotidianas más sencillas parezcan imposibles. Esta afección persistente afecta a millones de estadounidenses y repercute en su trabajo, sus relaciones y su calidad de vida.

Metro Healthcare Partners entiende los desafíos que enfrenta, y nuestros especialistas en el manejo del dolor en Brooklyn, NYpueden ayudarle a encontrar alivio. En esta guía, vamos a explicar el dolor pélvico crónico y las opciones de tratamiento disponibles para ayudarle a recuperar el control de su vida.

Las causas más comunes del dolor pélvico crónico

El dolor pélvico crónico suele ser el resultado de diversas afecciones subyacentes que requieren la atención médica adecuada. Comprender las causas y los tratamientos del dolor pélvico crónico puede ayudarle a dar el primer paso hacia el alivio. Las causas más comunes son:

  • Endometriosis
  • Enfermedad inflamatoria pélvica
  • Fibromas
  • Síndrome del intestino irritable
  • Lesiones pélvicas previas
  • Estrés y depresión

El dolor pélvico es más frecuente entre las mujeres, con un entre el 13 y el 32% de las mujeres en edad fértil sufren dolores tan intensos que les impiden ir a trabajar, según el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver.

El dolor crónico puede afectar a múltiples áreas de su vida

Vivir con dolor pélvico crónico crea efectos dominó en la vida diaria que pueden afectar profundamente al bienestar general. En el trabajo, el dolor persistente suele interferir en la concentración y la productividad, lo que puede afectar al rendimiento laboral y a la promoción profesional. Muchas personas afirman tener dificultades para permanecer sentadas durante periodos prolongados o para mantener la concentración durante tareas importantes.

Con frecuencia, esta enfermedad dificulta las relaciones íntimas, ya que el dolor puede hacer que la intimidad física resulte incómoda o imposible. La pareja puede tener dificultades para comprender la naturaleza invisible del dolor crónico, lo que provoca problemas de comunicación y distanciamiento emocional.

Las limitaciones físicas van más allá de la intimidad. Actividades rutinarias como el ejercicio, las tareas domésticas o jugar con los niños se vuelven cada vez más difíciles, lo que lleva a un estilo de vida más sedentario que puede afectar aún más a la salud.

El estrés continuo que conlleva la gestión del dolor crónico suele provocar ansiedad y depresión, lo que afecta a la salud mental y a la resiliencia emocional. Muchas personas dicen sentirse aisladas o incomprendidas, sobre todo cuando el dolor no es visible para los demás. Esta carga emocional puede tensar las relaciones con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo, que quizá no comprendan del todo el profundo impacto de la enfermedad en la vida cotidiana.

Cómo diagnostica su enfermedad un especialista

Obtener un diagnóstico preciso del dolor pélvico crónico es el primer paso crucial en el camino hacia el alivio. El médico utilizará diversas herramientas de diagnóstico para identificar la causa del dolor:

  • Revisión exhaustiva del historial médico: Su médico revisará minuciosamente su historial médico, incluyendo afecciones anteriores, cirugías, embarazos y patrones en sus síntomas, para establecer posibles causas subyacentes.
  • Exploración física: Un examen físico permite a su médico identificar áreas de sensibilidad, masas anormales o movimiento restringido en su región pélvica y áreas circundantes.
  • Pruebas de imagen: Las pruebas de imagen como la resonancia magnética, la ecografía y las radiografías proporcionan vistas detalladas de los órganos pélvicos, los huesos y los tejidos blandos para detectar anomalías estructurales o enfermedades.
  • Pruebas de laboratorio: Las pruebas de laboratorio, incluidos los análisis de sangre, orina y cultivos, ayudan a identificar infecciones, desequilibrios hormonales o afecciones inflamatorias que contribuyen a su dolor.
  • Examen laparoscópico cuando sea necesario: Cuando otras pruebas no resultan concluyentes, el examen laparoscópico utiliza una pequeña cámara que se introduce a través de pequeñas incisiones para visualizar directamente los órganos pélvicos e identificar afecciones como la endometriosis o las adherencias.

Recibir un diagnóstico es crucial para encontrar alivio, sobre todo porque el dolor podría apuntar a otros problemas. Según la red JAMA entre el 50 y el 90% de los pacientes con dolor pélvico crónico tienen problemas adicionales de disfunción musculoesquelética.

Opciones de tratamiento del dolor pélvico

Acudir a un especialista para tratar el dolor pélvico es la mejor forma de tratarlo y encontrar alivio. Dependiendo de la gravedad de tu afección, tu médico puede recomendarte cualquiera de los siguientes tratamientos o una combinación de ellos. 

Medicamentos para aliviar el dolor 

Su médico puede recetarle medicamentos adaptados a sus síntomas y a la enfermedad subyacente. Los antiinflamatorios como el ibuprofeno y el naproxeno ayudan a reducir la inflamación y las molestias.

En caso de infección, el médico recetará antibióticos específicos. Cuando el dolor es intenso, pueden recomendarse medicamentos con receta, como relajantes musculares o analgésicos específicos, bajo una cuidadosa supervisión.

Técnicas no quirúrgicas para aliviar el dolor pélvico crónico 

Varios tratamientos no quirúrgicos para el dolor pélvico pueden resultar muy beneficiosos. La fisioterapia que incorpora ejercicios especializados fortalece los músculos del suelo pélvico y mejora la flexibilidad. Las técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación y la biorretroalimentación ayudan a controlar el dolor y reducir la tensión muscular.

Las inyecciones en puntos gatillo actúan sobre zonas específicas de tensión muscular con anestésicos locales o antiinflamatorios. La terapia de calor mediante baños calientes o almohadillas térmicas aumenta el flujo sanguíneo y alivia las molestias. Las modificaciones del estilo de vida, incluidos los cambios en la dieta, la reducción del estrés y el ejercicio regular, suelen proporcionar una mejora significativa.

Tratamientos avanzados para casos graves 

Cuando el dolor persiste a pesar del tratamiento conservador, el especialista puede recomendar intervenciones más intensivas. Los bloqueos nerviosos consisten en inyectar medicación alrededor de nervios concretos para interrumpir las señales de dolor. 

El tratamiento por radiofrecuencia utiliza calor controlado para reducir la transmisión del dolor nervioso. Los procedimientos mínimamente invasivos, como la laparoscopia, pueden tratar afecciones subyacentes minimizando el tiempo de recuperación. 

En los casos graves, las pacientes pueden someterse a una histerectomía. Según la Facultad de Medicina de la UNC, las pacientes con dolor pélvico representan el el 15% de las operaciones de histerectomía.

Metro Healthcare Partners está aquí para tratar la salud de la mujer y el dolor pélvico

El tratamiento del dolor pélvico crónico requiere una atención experta y un enfoque integral. Nuestro equipo se especializa en soluciones innovadoras para el alivio del dolor, combinando terapias tradicionales y avanzadas para abordar sus necesidades. Tanto si busca opciones de tratamiento del dolor articular o tratamientos para el dolor pélvico crónico, podemos ayudarle.

Llámenos al (718) 568-5239 para el tratamiento del dolor pélvico crónico en Brooklyn en Metro Healthcare Partners. Nuestros médicos aceptan la mayoría de los planes de seguro, incluyendo la compensación de trabajadores, sin culpa, y PIP (protección contra lesiones personales). Citas el mismo día puede estar disponible.

Preguntas frecuentes

¿Tiene más preguntas? Tenemos respuestas. 

¿Cuánto suele durar el dolor pélvico crónico?

El dolor pélvico crónico persiste durante seis meses o más y requiere atención médica profesional para su tratamiento adecuado.

¿Puede el estrés empeorar el dolor pélvico?

Sí, el estrés puede aumentar significativamente los síntomas de dolor pélvico y puede desencadenar reagudizaciones.

¿Cuál es el tratamiento más común del dolor pélvico crónico?

El tratamiento más habitual para el dolor pélvico crónico es una combinación de técnicas de control del dolor, incluidos medicamentos, fisioterapia y modificaciones del estilo de vida en función de la causa subyacente.

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